Fases Cíclicas

“La esfera terrestre del amor
da vuelta y vuelta sin parar segundo.
Gira la esfera en el pedernal del tiempo 
y se afila hasta querer perderse.
Centrífuga que si, que no”.

César Vallejo
LIX – Poemas Humanos

La espiral es un símbolo utilizado por la gran mayoría de culturas antiguas para representar la evolución; un movimiento impregnado en nuestro interior como el respirar, decidimos desde nuestro propio centro, todo aquello que debe cumplir un ciclo y que sólo está en nuestras manos desarrollarlo; este poemario nos invita a reflexionar sobre el crecimiento y transformación. «Fases Cíclicas» está compuesto de cien poemas que giran en torno a seis fases, poemas que representan el movimiento en espiral hecho verso.

He querido empezar este post, con un extracto del poema de César Vallejo que refleja fielmente estos giros circulares matafóricos en todos los aspectos de nuestra vida, versos que también se encuentran impresos en la contraportada de este poemario, que debido a las circunstancias de confinamiento, no ha tenido una presentación especial como todo libro se merece, sin embargo, es el hábitat donde se ha desarrollado, y si bien es cierto que cualquier criatura que nace en la adversidad tiene la capacidad de sobreponerse en cualquier otra circunstancia, entonces «Fases Cíclicas» contiene los versos más resilientes.

Los temas que aborda «Fases Cíclicas» son un encuentro con el confinamiento inesperado, la pasión y el deseo, la búsqueda personal interna, la migración, el arraigo adoptivo como parte de nuestra identidad y el infaltable amor-desamor, situaciones en las que la vida nos hace cumplir un ciclo de forma individual para finalizar con la aceptación y evolución. Que lo disfrutéis.

“Elizabeth habla de las pasiones cotidianas y planos infinitos sobre los que se mueven los días y las noches, la soledad y la compañía, las dudas y las certezas, una y otra esquina de ese océano que constituye los límites de sus recuerdos. Para ello encuentra, con sorprendente naturalidad, una voz capaz de dar complejidad a lo sencillo y hacer sencillo lo complejo, poner la luna dentro y el corazón fuera como un guante que, si se da la vuelta, sirve para la otra mano”.    Miguel Sandín

Trilogía Poética